Estaba situado en una peña casi inaccesible sobre el pueblo de Gabasa a la que actualmente no se puede subir si no es escalando.
Hoy queda solo una estructura de 4 metros de anchura o menos, adaptada a la roca. Está hecha con sillares y una pared encofrada de época posterior. El origen del castillo se supone de época islámica y su fortificación se atribuye a Muhàmmad ibn Lobo, en el siglo X. Esta posición era muy estratégica porque controlaba el paso entre La Litera y la Ribagorza, y se complementaba con los próximos castillos de Calasanz y de Zurita.
A finales del siglo XI (antes del 1079) fue conquistado por el conde Ermengol IV de Urgel y a partir de entonces se fue reformando.