Las Salinas de Peralta de la Sal

La explotación de la sal en Peralta se pierde en el tiempo de la historia, como atestiguan los yacimientos arqueológicos y el conjunto que vemos en la actualidad, conformado en su origen por 353 eras de distinto tamaño –aunque en la actualidad son algunas menos–.

Las familias propietarias explotaban las salinas hasta que en 1708 Felipe V monopolizó la extracción de sal pagando a los propietarios una pequeña renta. La productividad de las salinas era muy alta, llegando a ser las terceras de Aragón en importancia; se repartía la sal a unos 300 pueblos y, acabado el monopolio a finales del XIX, se volvió a la explotación particular. Con los años se hizo patente su baja rentabilidad, relanzándose más tarde su extracción con métodos modernos, hasta que a finales del siglo XX cesó definitivamente su actividad.

El espacio del salinar es de obligada visita; sus eras, balsas y pozos lo hacen único y especialmente visual para el visitante, fue declarado BIC (Bien de Interés Cultural) por el Gobierno de Aragón.