Entre Peralta y Calasanz, a la derecha de la carretera, hay una partida denominada las Ganzas o la Ganza y es en este lugar donde se distinguen varios edificios entre los que se encuentran la ermita, la vivienda del ermitaño y otras dependencias auxiliares.
La ermita, dedicada a Nuestra Señora de la Ganza, es muy querida y popular celebrándose su romería el lunes de Pascua. Su construcción es similar a la parroquial de San Cipriano, datándola del siglo XVI; reemplazó esta a otra anterior de la que se ven numerosos restos, pero la actual está orientada litúrgicamente al este y es de una sola nave con lunetos.
Cuenta la leyenda que el rey aragonés Pedro I donó la primitiva imagen de la Virgen que le acompañó al sitio de Calasanz y que en este lugar estableció el campamento de sus tropas; la actual imagen es moderna y sustituyó a la anterior, que quedó destruida en la pasada guerra civil.