La advocación de San Martín de Tours, igual que la de San Miguel, evoca tiempos de conquistas y fundaciones allá por los siglos XI y XII cuando el estratégico Castillo de Gabasa fue recuperado por el noble urgelitano Arnau Mir de Tost.
La ubicación de la primera iglesia es imprecisa, pero la actual se erigió en el siglo XVIII sobre la anterior y con elementos de esta, que estaba derruida y otros que es muy posible que fueran del antiguo cenobio de Vilet.
El templo es de nave única, rectangular, con arcadas de medio punto y lunetos, posee varias capillas laterales, algunas sepulturas en su interior del siglo XVIII y todo el conjunto y su ubicación ofrecen un aspecto único y singular.