A la izquierda de la carretera que se dirige a Gabasa desde Peralta, se erige la Ermita de Nuestra Señora de Vilet, donde hubo un cenobio benedictino, heredero del visigodo que se encontraba en las cercanías al que llamaban Siurana y que fue priorato dependiente del monasterio de Alaón.
Esta ermita es lo que queda de la iglesia que se consagró en 1201 y su estructura –visiblemente alterada– es una reconstrucción con los elementos que quedaban en pie y diseminados hecha en 1912, por eso encontramos –en su exterior– capiteles, inscripciones funerarias y otras piezas fuera de lugar.
En su interior vemos arcos apuntados, capiteles animados y otras decoraciones que nos sitúan en un románico tardío. Además, desde el lugar se divisa el paisaje típico de la Alta Litera.